Este proyecto es el resultado del acompañamiento que la Red Española de Ciudades por el Clima está llevando a cabo a entidades locales. Su fin es contribuir a la adaptación al cambio climático, al desarrollo local y al mantenimiento de los servicios de los ecosistemas a través de la reforestación e inscripción de las nuevas masas forestales en el registro de Huellas de Carbono del MITECO.
Estos proyectos consisten en la reforestación -o en el compromiso de reforestación- de zonas que han sufrido un incendio o que no tienen vegetación (al menos desde 1990). El promotor (en este caso cuatro ayuntamientos y una diputación), con ayuda de la Red Española de Ciudades por el Clima, reúne una serie de documentación que prueba que la repoblación se ha hecho o se hará y que, además, se mantendrá durante 30 años. Posteriormente, se envía a la Oficina Española de Cambio Climático, que es el órgano directivo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, adscrito a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, responsable de desarrollar las políticas relacionadas con el cambio climático.
Proyecto de preinscripción en el que se han reforestado 97 ha a lo largo de la infraestructura de tres vías verdes: el Camino Natural Vía Verde de Segura, Camino Natural Vía Verde de Segura y Camino Natural Vía Verde del Guadalimar.
Algunas de las especies son la morera, el madroño, el pino piñonero, la adelfa o el lentisco.
Proyecto inscrito y aceptado en Zaragoza que ha consistido en la repoblaciones de pino carrasco y encina de más de 3 ha distribuidas en dos parcelas. Se trata de uno de los primeros municipios que han inscrito en el Registro de Huella de Carbono.
Es un proyecto de preinscripción de una futura masa boscosa en la zona urbana del municipio de Huelva. Está prevista la plantación de más de 9,5 ha y en ella colaborará la empresa CEPSA.
Proyecto de reforestación de la cuenca del arroyo Lazarejo, en el casco urbano de este municipio madrileño. La plantación se ha llevado a cabo en varias tandas y ha tenido un carácter participativo, pues se ha desarrollado en su mayoría por voluntarios y familias. Se han usado varios tipos de quercíneas sobre todo, pero también madroños y fresnos.
Ubicado en un polígono industrial del municipio de Pamplona, se han repoblado casi 3 ha con arces, pinos, encinas, robles y enebros, entre otras especies. Este proyecto también ha contado con apoyo popular y, además, se ha aprovechado para formar a jóvenes y se espera que la nueva masa forestal sea también un lugar de ocio y esparcimiento para la población.
