El agua que ahora de reutiliza y regenera para usos urbanos compatibles acababa en una acequia que alimentaba (en parte) a un embalse denominado de La Grajera. Esta agua se emplea para riegos de jardines y baldeos urbanos por su alta calidad, y se alimenta a la ciudad a partir de una red de conducciones ramificadas con distribución en el viario y espacios verdes.
Este aprovechamiento de agua evita el consumo de agua potable o pozos que en época de riegos acaban por estresarse.
El objetivo es reducir el consumo de energía por la energía potencial desde la salida del agua en la ETAP de Logroño y reducir el consumo de agua potable o tratada.
Desde la ETAP y tras la línea de fangos, que clarifica el agua decantada y filtrada diariamente, se recircula a cabecera en parte y el excedente se aprovecha para los riegos de los parques y jardines, baldeaos de viario limpiezas, y riego de jardineras.
La red de distribución incluye una relación de bocas de riego estratégicamente en Logroño
Solamente hicimos un artículo en prensa local, sobre la recogida de estas aguas para esos usos secundarios indicados.
IX PREMIOS BUENAS PRÁCTICAS LOCALES POR EL CLIMA